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Mesa de Turismo
10 de mayo de 2015
Kate Bonner, Cristina Sáinz, Simon Pearlman, Javier Benítez, Nadia Cervera, Luis López, Ricardo Ochoa y Belén González.
En esta mesa, mediante el diálogo entre sus participantes y la reflexión conjunta, se trata de diagnosticar la situación del turismo en la ciudad, sus debilidades, fortalezas y carencias. También intentamos acercarnos a la actitud de los ciudadanos de Cádiz frente al turismo y a todo lo relacionado con él.
Nuestro principal objetivo es diagnosticar las diferencias entre LA CIUDAD QUE TENEMOS Y LA CIUDAD QUE QUEREMOS desde un punto de vista turístico.
Establecemos un diálogo abierto, en el que todos los miembros participan de forma activa. Se redacta un primer documento posteriormente validado en las jornadas de abril cuyo resultado son estas páginas. El documento, siguiendo la metodología de Plan C, se encuentra en permanente estado de validación y mejora.
Una vez elaborado este documento y tras las primeras validaciones advertimos, y así lo reflejamos con esta nota a modo de autocrítica, que el “lenguaje turístico” normalmente utilizado en la mayoría de los foros está cargado de tópicos y afirmaciones subjetivas impropias de cualquier diagnóstico técnico-científico serio. Pensamos que la “terminología de postal”, utilizada en las publicaciones turísticas puramente promocionales, es también frecuentemente usada en informes y artículos supuestamente rigurosos dificultando la necesaria profundización en el análisis. Reflexionando sobre este hecho, la mesa de turismo se propone hacer un esfuerzo por corregirlo en posteriores documentos y dejar constancia de esa intención con esta nota.
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Cádiz cuenta con múltiples atractivos para el visitante: clima, playas, patrimonio hco. artístico, patrimonio inmaterial (folklore, tradiciones, etc.), hospitalidad de sus habitantes, etc. Es una ciudad viva y eso transmite autenticidad, uno de los factores más valorados por el turismo cultural.
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Cádiz tiene potencial turístico. Lo demuestra el número creciente de visitantes de los últimos años y la inclusión de la ciudad en algunas rutas turísticas.
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Cádiz no tiene una imagen turística unificada, una marca como “producto”, ni como destino.
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Existe una descoordinación manifiesta entre las instituciones y las empresas turísticas.
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Hay falta de unión interna en el tejido empresarial, falta un foro de diálogo único y abierto entre las empresas con las instituciones y con la propia ciudadanía. Hay múltiples foros, pero no resultan operativos. Falta de entendimiento motivado por la discrepancia de intereses.
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Descoordinación entre la oferta y la demanda.
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Todo esto se debe en gran medida a la inexistencia de un Plan Integral de Turismo en la ciudad que recoja la gran variedad de recursos existentes y facilite la ordenación y gestión de los flujos de visitantes y el impacto que generan. La falta de un Plan Integral, que recoja toda esta estrategia turística, favorece la dispersión, dificulta la diferenciación del destino y provoca que el mensaje no sea claro y directo.
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Existe una falta de datos objetivos. Al no existir un observatorio turístico similar a los de ciudades como Málaga, Córdoba, Salamanca y otras muchas, los datos de los que disponemos son sesgados y las cifras que están a nuestro alcance no nos sirven para analizar en profundidad el perfil turístico de la ciudad. No existe la infraestructura adecuada para realizar este tipo de estudios que requieren alta especialización e inversión. Este observatorio turístico existió en Cádiz, pero desapareció por falta de presupuesto.
Son datos necesarios no solo desde el punto de vista de la planificación turística, sino que cuando el emprendedor-empresario quiere estudiar el mercado en su plan de negocios es estrictamente necesario tener acceso a datos de calidad para ver la viabilidad de su proyecto.
A la hora de analizar datos, otro factor que debemos tener en cuenta es qué tipo de datos queremos analizar: origen de los visitantes, tipo de turismo que realizan, qué razones o motivaciones les hacen venir a Cádiz, qué canales o medios de reserva usan, dónde se alojan, cuál es la estancia media, qué actividades realizan, cuál es su nivel de satisfacción tras la visita, cumplimiento de expectativas, sugerencias de mejora, etc. -
Las infraestructuras del transporte en Cádiz y provincia son insuficientes y hacen que llegar a Cádiz sea difícil y caro. La falta de conexiones con el aeropuerto de Jerez, con otros pueblos de la provincia y en general, la dificultad de acceder a Cádiz, es uno de los primeros puntos que se ponen sobre la mesa. La llegada del AVE, el puente nuevo, la eliminación del peaje de la autopista, el aumento de vuelos, un auténtico y operativo carril bici dentro de la propia ciudad, son infraestructuras necesarias.
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El transporte urbano es caro, la información sobre las líneas de autobús o sobre dónde comprar la tarjeta de transportes y cómo usarla es insuficiente.
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Cádiz carece de vías ciclables.
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En determinadas calles del casco antiguo los peatones luchan para circular entre el tráfico y los obstáculos del acerado. La accesibilidad es uno de los primeros problemas que el visitante se encuentra en la ciudad. Una ciudad turística debe ser una ciudad accesible, pero sobre todo una ciudad debe ser accesible para sus habitantes en primer término. Los problemas de accesibilidad los sufren a diario los propios vecinos y ellos serían los primeros beneficiados en caso de mejora.
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Las mejoras que se proponen de cara al turismo son en la mayoría de los casos necesarias para los propios vecinos y así deberían ser consideradas y comunicadas desde las instituciones y organismos competentes, como una mejora del nivel de vida de éstos en primer término. Al no hacerse así, da la impresión de que sólo se hacen de cara al turista; provocando el lógico sentimiento de rechazo en la población local.
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El gaditano no tiene “conciencia turística”. A pesar del extendido carácter chovinista, en general, se nota un desconocimiento y cierto descreimiento sobre el potencial turístico de la ciudad y los beneficios que ello conlleva.
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En determinados sectores turísticos, como el hostelero, la falta de profesionalidad es manifiesta. Desde la mala atención al cliente en algunos bares y restaurantes, hasta el desinterés por atraer clientela nueva (turistas y visitantes), pasando por las carencias en cuanto a idiomas se refiere o por ocultar los precios de la vista del público. Esta falta de profesionalidad afecta tanto al visitante como al ciudadano de Cádiz y repercute de forma inmediata en la imagen de la ciudad.
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Falta de uso y conocimiento en nuevas tecnologías, lo que produce escasez de información para el visitante. Aún existen empresas turísticas en Cádiz que carecen de página web & email. Es más, muchas de las que tienen presencia en internet, se limitan a tenerla en español y de forma pobre. La presencia de las empresas en redes sociales merece una reflexión aparte, ya que se encuentran todo tipo de comportamientos.
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Escasez de información actualizada en cuanto a horarios: apertura de monumentos, museos, etc. A menudo, resulta casi imposible saber a qué hora se pueden visitar lugares emblemáticos de la ciudad como el Oratorio de San Felipe Neri, la Santa Cueva, etc. Los horarios no están adecuados al mercado turístico, tanto los comerciales como los de monumentos, etc. La información que se ofrece en los recursos turísticos y las oficinas de información al visitante a veces es arbitraria, no cuenta con la calidad profesional que Cádiz se merece y no siempre se adapta a la demanda del visitante. En los últimos años ha habido una mejora en cuanto al aumento de puntos de información turística y crecimiento en la difusión a través de RRSS, aunque no se están aprovechando todos los recursos existentes (veáse el ejemplo de las pantallas, un recurso público, que se usan para fines propagandistas y partidistas). La ciudad carece de una “Guía Turística” completa que recoja todos los aspectos del turismo en Cádiz.
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Elementos patrimoniales de enorme potencial turístico cerrados o desaprovechados: Teatro Romano, Castillo de San Sebastián, Oratorio, Museo provincial cerrado tardes de verano, etc.
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Dificultad de acceso y aprovechamiento de los equipamientos existentes por parte de empresas privadas.
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Bajo nivel de exigencia y conformismo en general.
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Falta de motivación e ideas innovadoras. Falta de ilusión y participación. Desidia.
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Derrotismo o indiferencia: no sentimos lo público como nuestro, no valoramos el potencial de la ciudad. Descreimiento.
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Falta de espíritu colaborativo.
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La falta de definición de un modelo turístico propicia que se emitan juicios y opiniones infundadas y sesgadas por parte del ciudadano. Desconocimiento ciudadano del sector turístico de la ciudad: este hecho genera controversias por las opiniones que se dan a la ligera, sin base real, todo por la falta de conocimiento y conciencia del ciudadano sobre el sector y los beneficios reales que aporta a la ciudad.
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La consideración social del “turista” es baja, se desconoce y a veces se desprecia al turista. Nótese la falta de información sobre el turismo de cruceros y los beneficios que el mismo trae a la ciudad.
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Falta de profesionalidad y formación en el sector. Falta de especialización. Escaso conocimiento de otras lenguas y culturas.
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Centrado en el Carnaval y la Semana Santa, el gaditano deja de lado otras riquezas culturales e históricas de la ciudad.
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El gaditano no tiene “conciencia” turística: en general, se nota un desconocimiento cada vez mayor sobre el valor turístico de la ciudad. No conocemos nuestro patrimonio, nuestra historia, nuestra propia cultura. Exceptuando quizás los “dos acontecimientos” de la vida de la ciudad (Carnaval y Semana Santa), el resto del año los gaditanos no parecen tener conciencia de ciudad, no aprecian el impresionante valor histórico de la ciudad, se nota una falta de autoestima de Cádiz como ciudad viva y atractiva para los de fuera. No se le da valor a lo que tenemos, el ciudadano no es exigente consigo mismo, de ahí los destrozos de material urbano, la suciedad, la falta de respeto al bien común que notamos en muchas ocasiones.
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Reflexionamos sobre el concepto de “buen anfitrión”: el buen anfitrión siempre conoce y mima su casa, la valora, está orgulloso de ella y por eso la ofrece y muestra con placer al visitante.
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Falta de apoyo institucional al sector turístico.
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El gaditano no ve los resultados de las pocas políticas turísticas que hay, llevadas a cabo sin objetivos concretos.
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Falta de Plan Turístico Estratégico: se toman medidas inconexas porque se hacen y se recogen propuestas aisladas.
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No se está teniendo en cuenta la capacidad de carga turística que tiene la ciudad.
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Falta de tejido institucional colaborativo: distancia insalvable entre la administración y las empresas.
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Escasa consideración social del turismo.
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Falta de apertura y de comunicación.
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Estacionalidad excesiva del turismo.
- Crear un Observatorio Turístico a nivel local y provincial.
- Incentivar la colaboración entre las instituciones, las empresas y los ciudadanos.
- Generar y llevar a cabo campañas de concienciación ciudadana: “Sé un buen anfitrión”, “Valora lo que tienes”, “Cádiz: ¡Conócelo, quiérelo, compártelo, poténcialo!”, para lograr una mayor involucración en las actividades turísticas.
- Lograr una implicación por parte de las administraciones, responsabilizándose de sus competencias y facilitando la labor de los profesionales.
- Fomentar la colaboración entre empresas. Economía colaborativa y de trueque.
- Realizar y ejecutar un Plan de accesibilidad.
- Cuidar la forma de comunicar las noticias sobre la ciudad. No se hacen las cosas para el turista, se hacen para el gaditano, se deben hacer las mejoras para TODOS.
- Estudiar modelos de otras ciudades: Nantes, Bogotá, Medellín, Lile, Bilbao.
- Elaborar una planificación turística integral para la ciudad que de respuesta a la pregunta ¿QUÉ MODELO TURÍSTICO QUEREMOS PARA CÁDIZ? (no pensando a corto plazo, sino a medio y largo plazo) ¿Qué modelo de Cádiz queremos para nuestra ciudad? La ciudad que queremos para nosotros, para los gaditanos, es la ciudad que querremos mostrar y que les gustará a los turistas. Una ciudad sostenible, amable, acogedora, etc… Necesitamos un Plan Turístico ambicioso y completo para la ciudad de Cádiz.